viernes, 23 de agosto de 2013

La ropa que ellos odian y nosotras nos ponemos porque nos da la gana.

Hace un par de semanas, cuando estaba en País Vasco de vacaciones, leí en Twitter que mi TL estaba un poquito alterada por un artículo en una revista de moda. Leí un par de twits poniéndolo verde por ser un artículo sexista y yo, pues sentí curiosidad. Obviamente sentí curiosidad porque hoy en día hay un montón de cosas a las que se les llama sexismo simplemente por la sobreprotección que está teniendo el género femenino, así que pensé que probablemente sería una exageración y se estarían malinterpretando las cosas.

Ingenua yo. Yo, que tiendo a pensar bien de la gente, YO, que creo que todo el mundo es bueno y se alimenta de dulces y vive en Oz y blablabla. Ains. El artículo estaba publicado en la revista GQ, os dejaré el link por si os interesa (lo hará, creedme, vale la pena leerlo sólo por las chorradas que dice el tío, sexistas o no).

La cosa es, las mujeres nos podemos permitir escribir artículos de moda masculina (por lo que veo), y los hombres de la femenina, por supuesto. Pero, ¿qué pasa si un hombre que, por lo visto, no sabe de moda, es un pretencioso fantasma ligeramente acomplejado y algo sexista (pero sólo lo justo, eh) se propone escribir sobre un tema del que no tiene ni zorra? Pues nace el maravilloso artículo en cuestión, que procederé a analizar y comentar, porque algunos comentarios están ligeramente velados pero anda que no tienen chicha.

Empezamos con el título del artículo, 'La ropa que les encanta a ellas y que nosotros odiamos.' Vale, ese título te induce a pensar que vas a leer un puto artículo sobre moda femenina desde el punto de vista general masculino, PERO NO QUÉ VA. Angelicos míos. No. Ya mejora con el subtítulo de 'La mujer, ese animal precioso que a veces no sabe cómo vestir.' De acuerdo. No me quiero poner 'excesivamente feminista', 'feminazi', ni como sea que llaméis a las locas histéricas y radicales, pero cariño, si vas a escribir un maldito y jodido artículo sobre la mujer NO LA DEFINAS COMO UN PUTO ANIMAL. No creo que sea tan jodidamente difícil de entender, vamos. Que el tío quería empezar siendo irónico, simpático, gastando bromas ingeniosas, jiji, jaja. No. Si quieres hacer bromas estúpidas te inventas chistes para las revistas de los supermercados. 

Y el artículo empieza bien, 'Mi icono sexual preferido es Ursula Andress saliendo de marítimas aguas con un bikini blanco y un cuchillo a la cintura.' Hm. Déjame pensar. Estás escribiendo, según el título, un puto artículo de moda femenina en nombre de todos los machos machotes de este universo y de los que quedan por conocer. A qué viene. Lo de aparecer. Hablándonos de tu icono sexual preferido. Si vienes a hablarme de ropa. Si vienes a hablarme de ropa, no me hables de una pava en un puto bikini que te pone cachondo porque, cariño, no empiezas bien así. Y suena extremista, pero a base de releerme el artículo he acabado teniéndole tanta tirria al autor que no me siento con fuerzas de dejarle pasar ni una mierda más.

Esta parte me encanta. Define a la perfección el espíritu del artículo entero:

Ursula, muy decidida a ligarse a Sean Connery, sabe a sal y mete tripa de manera tierna. Se esfuerza por estar guapa para su hombre.
Vaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaya. Jooooder. Lo que puede decir una frase eh. Saltándome la frase de "mete tripa" (las chicas con tripa ni pueden salir en pantalla ni pueden bañarse en la piscina, sabes), lo de "se esfuerza en estar guapa para su hombre" me repatea. Es como un. O sea. A ver cómo me explico. Explosión: me cago en la puta, colega, ¿en serio? Ha sonado entre posesivo y patético. Digo, si lees la frase cinco o seis veces seguidas, fuera y dentro de contexto, va adquiriendo gilipollez. De verdad. Estoy tan harta de que a las tías se nos ponga como "te maquillas para gustarle a un tío", "te arreglas para gustarle a un tío", "te vistes así para gustarle a un tío", "te esfuerzas por estar guapa para tu hombre". Mira. Yo. Me callo. Me callo, que es sólo una frase y tengo todo el artículo.

Lo que viene ahora me parece un insulto personal. O sea, me lo tomo como algo personal, por supuestísimo. Esto ya no es meterse en una determinada forma de vestir, ¿Sabes? Es que al tío la puta cabeza no le da para más. 

Si las mujeres hubieran de ser más altas, la evolución habría hecho algo con ello. El fenotipo XX es naturalmente de tamaño más reducido para que el hombre tenga algo abarcable, delicado y precioso a lo que cuidar. Llamadme carca.
Carca. Carca y gilipollas. Y encima espero que te quedes soltero toda tu puta vida o te enamores de una ALTA. Yo mido mis 183 centímetros y los llevo muy bien, ¿sabes? Qué quieres que le haga a la puta evolución, si a veces aparecemos tías más altas que una farola y tíos tapones que no levantan un palmo del suelo. Pero claro. A los hombres les gustan las cosas abarcables, cosas que cuidar. La frase que he oído yo siempre y que ese párrafo esconde es "más pequeñita y manejable". Pero eh, es bonito que el autor intente ocultar su gusto por la mujer típica tradicional de tamaño medio tirando a bajito y desdeñe al resto. Me parece perfecto. Las tías que medimos más de 1'70 no pertenecemos a la escala evolutiva, ya sabéis. Ah, y por supuesto, esto es un artículo de moda. Aunque hables de tacones, esas opiniones personales se pueden ahorrar para no tocar narices y tal. Digo. Carca.

Llega el controvertido tema de cómo vestir de cintura para abajo. La falda está bien en su justa medida, aunque siempre por encima de las rodillas. De otro modo pareceréis una mezcla entre jipi y catequista de muy difícil pronóstico.
Oh, vaya, es bueno saberlo. Así que, para no parecer una "jipi" (término desdeñoso donde los haya, bravo por ti y por tu objetividad) y una catequista (tenía que buscar un trabajo típicamente de old lady, sin tener en cuenta lo importantes que son, pero bah, dejémoslo), debes llevar una falda por encima de la rodilla. Wow. Los del vaticano deben de estar escandalizados. ¡Nada chicas, coged todas vuestras faldas, sacadlas del armario, cortadlas, cosedlas, lo que sea! ¡Por encima de la rodilla o empezaréis a fumar porros y a dar clases de matemáticas avanzadas (por ejemplo)! Anda que. Qué sabrá este tío de moda. Si se hubiera pasado por el H&M las tres últimas temporadas con sus vestidos y faldas hasta el suelo opinaría otra cosa. Pero eh. En teoría esas faldas le dan tirria a los hombres. Claro. Aquí cuanta más carne enseñes, mejor para él, PERDÓN, ellos.

En cuanto a los de pitillo, nos molestaban más en 2006, pero hemos ido aprendido a convivir con ellos a no ser que cubran un trasero algo más grande de la cuenta.
Te aplaudo. En un par de párrafos has conseguido meterte con las altas, las 'jipis', las catedráticas, cualquier mujer con una falda medianamente larga y, ahora, con las chicas con trasero que, POR SUPUESTO, no tienen derecho a llevar pantalones ajustados y deberían llevar siempre... hm.. no sé... ¿UNA FALDA POR ENCIMA DE LAS RODILLAS? Este hombre se luce. Le voy a hacer un altar. Un altar con faldas por encima de la rodilla y culos delgaditos para que él esté contento mientras anda por la calle. Debo suponer, por supuesto, que si tiene mujer, esta mujer no se pondrá pantalones pitillo. Porque, eh, a lo mejor aparece un día su marido, decide que tiene el trasero demasiado grande y le prohíbe volver a ponérselo por el bien de la humanidad. Pedazo de cacho de gilipollas. Fijo que no le gustan los culos grandes porque tiene un pene pequeño. Ya lo he dicho, ya he recurrido al insulto fácil. Aquí a decir gilipolleces gratuitas, me apunto.

Otra cosa que me llama la atención es ese tono de entre marica loca, escritora de la Cosmopolitan y Carrie de Sexo en Nueva York. Quiero decir 'recuerda: son marisabidillas y no te caen bien. Aparentan clase pero en el fondo no quieres ser como ellas.' Y tú qué sabes. O sea. Por qué le hablas. A unas mujeres. Sobre otras mujeres. Diciéndoles si les caen o no les caen o les dejan de caer bien o mal o regular o yoquésé. Y, marisabisillas. Y, y, y, Y ÉL QUE SABE SI YO NO QUIERO SER COMO ZOOEY DESCHANEL. QUIÉN NO QUERRÍA SER COMO ZOOEY DESCHANEL. Es adorable y guapa y simpática yGana más pasta que el gilipollas que escribió el artículo. Obviamente debe de estar celosa porque Zooey tiene un flequillazo y él se tiene que molestar en hacerse la cortinilla todos los días. ¡Oish! Perra mala.

No pienso quotear aquí, sólo decir que, chicas, los cinturones no molan. No son accesorios. Si necesitas uno es que te has comprado pantalones de elefanta y se te caen porque no sabes elegir talla. No lo digo yo, lo dice él. Pero sh. Te jodes y no te pones cinturón, te vas con los pantalones por los tobillos. El sacrificio lo vale.
Por no hablar de su odio a las blusas (que por cierto, cariño mío, también están MUY de moda, pero tú a tu ritmo), que si te pones una tienes 50 años o los aparentas o piensas como una de 50. Nenas, nos hemos convertido en nuestras madres y ni lo sabíamos.

Trajes de chaqueta así como ropa andrógina de oficina serán bien aceptadas, sobre todo si cobras más de 80.000 euros al año y llevas cola de caballo. Obviamente se te suponen rasgos duros y pelo amarillo.
Wooooooooo, Bimba Bosé debe de estar súper contenta de poder llevar ropa de oficina. Porque claro, las oficinistas, abogadas, periodistas varias, etcétera, que trabajen en oficinas o redacciones, deberán llevar siempre siempre siempre, vestido. O FALDAS POR ENCIMA DE LA RODILLA. Ups. Ah, y si llevas traje eres un machorro, parece ser. O bollera. Yo me huelo lo de bollera, no sé. Un poquete implícito, aunque a lo mejor yo ya lo estoy flipando. 

Solo admitimos que llevéis nuestra camisa blanca (sin nada debajo) mientras os coméis las tostadas que os hemos preparado para el desayuno. Luego, nos la devolvéis. 
Oh. Qué. Bonito. CHICAAAAAAAAAAAS. TÍAS. ATENCIÓN. Esto os interesa. ¿Lo habéis leído? ¿Aham? ¿Notáis ese tonito de "os hemos preparado el desayuno", para quitarle sexualidad a la cosa? ¿Sí? Tú llevas mi camisa recién follada en plan típica americanada y yo, pues, te preparo el desayuno. Sep. Intenta quitar carga machista al artículo diciendo esas pullitas después de meterte con la mitad de la población de acuerdo con su ropa, que a lo mejor lo consigues. Pista: no. 
Los cascabeles en las rastas son un problema. De hecho, las rastas en sí también son un problema.
Ya volvemos con lo de las hippies. A ver. Si estás escribiendo un artículo CON TUS GUSTOS PERSONALES, ¿por qué lo enfocas hacia el colectivo masculino en general? Que no timas a nadie, tío, que no. No hay hombres a los que les molan las rastas, NO, QUÉ VA. Que sea difícil encontrarlos fuera del movimiento 15M, vale, pero...

En general todo tipo de fantasmagorías que aparten la atención de lo que en realidad nos importa (vuestros ojos) están de más.
¿Le puedo dar con una cacerola? ¿Lo puedo matar? ¿Lo puedo encerrar en una tienda y volverlo loco con faldas largas y rastas y abalorios de toda clase? ¿PUEDO? Por favor. Ojos. Ojos. Yyyyyyya. No acabo de pillar si lo hace por hacerse el gracioso a lo jiji "OJOS" jiji, o a lo "si cuela cuela y si no me la pela" o TETAAAAAAAS. Igualmente, eso no ayuda a eliminar toda la carga sexista del artículo. Es una bonita guinda para el pastel de gilipolleces que forman esto.

Total. El artículo acaba con un "Recordad todo esto. Recordad a Ursula". Creo que más de una al leer este artículo nos hemos acordado de la inocenente madre que te parió. Probablemente LLEVARÍA FALDA POR ENCIMA DE LAS RODILLAS, ¿NO? ¿HM?

Bueno. No pienso añadir nada más. El link está por ahí arriba (donde pone link, obviamente), por si queréis leer el artículo entero. No os decepcionará.


viernes, 9 de agosto de 2013

El stalkeo es un arte.

Todos hemos hecho algo de stalkeo alguna vez. Todos somos stalkers, en mayor o menor grado, aceptémoslo. Si no lo aceptas, es que no sabes lo que significa exactamente stalkear y me va a tocar explicártelo para que puedas unirte a nosotros.

STALKEAR, vb, del latín Stalkeus, -a (def. diccionario gloriano): Espiar a una persona (normalmente hasta la obsesión), por medio de redes sociales / otras formas no conocidas (probablemente rudimentarias y menos eficaces) hasta saber qué le gusta, qué no, dónde vive, qué dice, qué hace, qué cóme y hasta el número de pie que calza. 

Ahora bien: TODOS hemos stalkeado alguna vez, aunque lo hayamos hecho sin saberlo (qué tiempos aquellos en los que no sabíamos qué término emplear y simplemente lo llamábamos espionaje). Un breve apunte: Hay decenas de tipos de stalkeo. No siempre estás stalkeando a alguien que te gusta aunque ese sea el 90% de los casos más comunes. Hay tantos tipos de stalkeos que me he dignado a crear una ligera lista hablando de algunos de ellos. Si os sentís identificados con alguno en particular, enhorabuena, tú también eres un stalker. Si no te das por aludido, probablemente seas el stalkeado. Yo de ti privatizaría mis RRSS.

  • El stalkeo inocente: No vas con malas intenciones ni con la mentalidad de espionaje, sólo sientes... curiosidad. Apenas te metes unos segundines en su tablón de Facebook a husmear y ya te sientes arrepentida y lo dejas. Angelico, así es como se empieza.
  •  El stalkeo obsesivo: Q-q-qué es esto. Qué hago. No, no debería, esto no está biOh, así que le gusta el batido de chocolate. Como a mí. Jejejeje. Ah, y este grupo de músicComo a mí. Uh, mira, se rasca los pies, ¡YO TAMBIÉN, ES MI ALMA GEMELA! (No mintáis, sé que no soy la única que se saca gustos en común de la manga). 
  • El stalkeo involuntario: Ya eres asidua en sus redes y lo tienes todo visto y revisto, ahora no sabes cómo has acabado stalkeando a todo el que le rodea. "Uh, así que este es su mejor amigo. Él llevará los anillos en nuestra futura boda." "¿Y ESA ZORRA QUE SALE EN TODAS LAS FOTOS? ES MÁS GUAPA QUE YO. ¿CÓMO SE LLAMA? ¿DÓNDE VIVE? ¿QUÉ ESToh, es su hermana. Vale. La perdono."
  • El stalkeo profesional: Enchufas el ordenador y nada más cargarse el navegador ya aparece su nombre en el buscador, su Twitter, Facebook, Google+ y ese GPS que tienes instalado en su coche, todo en los favoritos. ¿No deberias borrar tu historial? Creo que lo tuyo roza la ilegalidad.
  • El stalkeo a tu ex: Reconócelo, habéis acabado, pero no con sus redes. Quieres saber qué hace, dónde lo hace, en qué momento y con quién. Exactamente con quién. ¿QUIERES HACERNOS UN FAVOR Y DEJAR DE LLORIQUEAR CON SUS FOTOS NUEVAS DEL FACEBOOK EN LAS QUE SALE TAN GUAPO Y FELIZ? Por favor y gracias. 
  • El stalkeo MalaHierba: Le has borrado o te ha borrado, no importa. Lo que importa es que te has creado una cuenta falsa sólo para stalkearle y que no sepa que eres tú. ¿De verdad? ¿En serio? ¿Tanto te interesa su vida? Creo que tienes un problema.
  • El stalkeo de polizón: Ese bonito momento en el que estás con amiga, tiene su Facebook, tú tienes el tuyo, ella tiene a alguien que tú no tienes y... TOCA REÍRSE DE LA GENTE DE GRATIS. ¿Quién ha dicho que el ser humano es extraordinario? Algunos tablones de Facebook desde luego demuestran lo contrario.
  • El stalkeo insider: Ese segundo en el que alguien te ha dicho su contraseña por algún motivo totalmente desconocido (y que jamás entenderé), y, tú, en toda tu magnificencia, te dedicas a meterte en su cuenta como quieres y cuando quieres. Y más si es tu ex y te dedicas a leer sus mensajes privados y a, UPS, usar esa información en su contra. Como quitarle ligues. Pero claro, todo esto ya es muy mítico, eh briboncillos.
  • El stalkeo-a-esa-gente-que-odias: No todo es amor o examor. También hay veces que odias tanto a una persona que no puedes evitar ir a mirar qué tuitea o qué publica en Facebook, sólo para poner mala cara delante del ordenador y decir "qué gilipollas". También está la versión del stalkeo, no para odiar, sino para reírte de esa persona. "JAJAJAJ qué gilipollas, qué triste". Cuántas versiones. Y todas practicadas por mí.
  • El stalkeo a famosos: Qué. No me jodáis que no seguís a ningún famoso y os pasáis el día babeando con sus tuits y sus fotos y esperáis que den información cualquiera para PODER IR AL HOTEL EN EL QUE SE HOSPEDAN Y VIOLARLOS IRREMEDIABLEMENTEokno. 
  • El stalkeo nocturno: Ese de cuando te aburres en medio de la madrugada y decides ponerte al día con todos tus stalkeados pendientes. O con unos nuevos, no importa, sólo alguien lo suficientemente ridículo como para entretenerte esas horas muertas de insomnio.
En estos momentos, te das cuenta de las horas que habrás desperdiciado practicando este tipo de arte. Porque sí, señores, el stalkeo es un arte. ¿Creéis que es muy fácil meterse en un trillón de redes sociales día sí, día también, hora sí, hora también y no cagarla? Es TAN fácil. En serio, chicos, si no tenéis cuidado, no stalkeéis, porque es tan fácil ser pillado que no todos pueden soportarlo. 

Yo, como Suma Stalkeadora (jé), ya tengo alguna práctica en... que me pillen. Me han pillado TANTAS veces stalkeando y la he cagado TANTO que creo que dentro de poco me darán una placa en nombre de metedurasdepata.com o algo así, porque les hago el día. A ver a ver, que no es que yo sea muy torpe (que también), es que... bueno, LA CULPA DE TODO LA TIENE EL RATÓN. Que me followea a la gente sola. O estar leyendo un Twitter ajeno y darle fav sin querer a un tuit de hace meses y no darte cuenta y de que a esa persona le salga en las Interacciones y se quede WTF y tú, hm, sí, guay, a ver cómo oculto esto.

En mi defensa diré que, como artista del stalkeo que soy, los riesgos son ínfimos en comparación con lo que sacas. ¡Venga ya! ¡Risas incontables con tus amigos comentando algo que dijo la persona que os cae mal! ¡Babitas que se caen al ver que esa persona que te gusta pone alguna gilipollez que a ti también te gusta! ¡Descubrimientos asombrosos y otros no tantos! Por qué no reconocerlo, yo stalkeo a un montón de gente, decenas, ¡cientos! ¿Y sabéis qué? Si no estáis en mi lista de stalkeados, es que algo estáis haciendo mal.

#LikeADiva